Victoria fácil ante un Espanyol que no fue rival, sobre todo porque se
quedó con 10 muy pronto, por penalti y expulsión de Javi López a Babá.
Perotti, desde los once metros, Rakitic y Babá pusieron los goles
El Sevilla se dio un gusto esta noche en Cornellá, justo cuando más lo necesitaba. Los de Míchel le dieron la vuelta a la desastrosa imagen del Calderón, en un choque que tuvo un desarrollo ciertamente parecido, aunque en esta ocasión con desenlace favorable para los del Sánchez Pizjuán. Fue así, porque el partido se rompió con un penalti de Javi López a Babá, que le costó la expulsión al catalán y tendió una alfombra roja por la que pasearon los nervionenses a su gusto, imponiéndose 0-3 sin mucha historia de por medio.
A decir verdad, no se esperaba a un Espanyol especialmente centrado en la Copa, habida cuenta de su debilitada situación en Liga, con Pochettino destituido y su recambio, Javier Aguirre, fuera del banquillo hasta el jueves . Sin embargo, muchas veces los moribundos pueden arañar al más pintado en un intento desesperado por no perder contacto con la superficie. No fue así, de todas formas, porque al Sevilla, con la novedad de Coke en el campo, jugando con la renta favorable de la ida, le bastó con plantarse en el campo y esperar su momento, frente a un Espanyol, voluntarioso pero inofensivo. Desde el primer momento se percibió que los de Nervión podían hacer mucho daño a la contra, recuperando y saliendo rápido. El primer aviso lo puso Perotti, que estaba siendo y fue el más incisivo de los suyos, en el 24, con un derechazo al poste desde fuera del área. No iba a haber un segundo error, porque prácticamente en la siguiente jugada Babá se quedaba solo y forzaba penalti y expulsión de Javi López. Perotti, con suavidad por bajo, engañó a Casilla y rompió el partido y, en consecuencia, la eliminatoria.
Con 10 el Espanyol bajó definitivamente los brazos. El Sevilla atacó por inercia, poniéndose de gol en incontables ocasiones. Justo antes del descanso, Rakitic marcó el segundo, tras una buena jugada de Navas. El intermedio no heló a los nervionenses, que lograron el tercero, gracias a una chilena de Babá, que clavó en la red un balón mordido de Rakitic. Con Cala, Kondogbia y Javi Hervás en el campo, el Sevilla sostuvo la vergüenza torera de los locales, que se pudieron haber llevado incluso algún gol más, sobre todo de Babá, que a bocajarro falló ante Casilla con todo a favor. Fue, en cambio, todo anecdótico en un segundo tiempo que sobró por completo, porque los de Míchel habían picado billete rumbo a octavos mucho antes.
El Sevilla se dio un gusto esta noche en Cornellá, justo cuando más lo necesitaba. Los de Míchel le dieron la vuelta a la desastrosa imagen del Calderón, en un choque que tuvo un desarrollo ciertamente parecido, aunque en esta ocasión con desenlace favorable para los del Sánchez Pizjuán. Fue así, porque el partido se rompió con un penalti de Javi López a Babá, que le costó la expulsión al catalán y tendió una alfombra roja por la que pasearon los nervionenses a su gusto, imponiéndose 0-3 sin mucha historia de por medio.
A decir verdad, no se esperaba a un Espanyol especialmente centrado en la Copa, habida cuenta de su debilitada situación en Liga, con Pochettino destituido y su recambio, Javier Aguirre, fuera del banquillo hasta el jueves . Sin embargo, muchas veces los moribundos pueden arañar al más pintado en un intento desesperado por no perder contacto con la superficie. No fue así, de todas formas, porque al Sevilla, con la novedad de Coke en el campo, jugando con la renta favorable de la ida, le bastó con plantarse en el campo y esperar su momento, frente a un Espanyol, voluntarioso pero inofensivo. Desde el primer momento se percibió que los de Nervión podían hacer mucho daño a la contra, recuperando y saliendo rápido. El primer aviso lo puso Perotti, que estaba siendo y fue el más incisivo de los suyos, en el 24, con un derechazo al poste desde fuera del área. No iba a haber un segundo error, porque prácticamente en la siguiente jugada Babá se quedaba solo y forzaba penalti y expulsión de Javi López. Perotti, con suavidad por bajo, engañó a Casilla y rompió el partido y, en consecuencia, la eliminatoria.
Con 10 el Espanyol bajó definitivamente los brazos. El Sevilla atacó por inercia, poniéndose de gol en incontables ocasiones. Justo antes del descanso, Rakitic marcó el segundo, tras una buena jugada de Navas. El intermedio no heló a los nervionenses, que lograron el tercero, gracias a una chilena de Babá, que clavó en la red un balón mordido de Rakitic. Con Cala, Kondogbia y Javi Hervás en el campo, el Sevilla sostuvo la vergüenza torera de los locales, que se pudieron haber llevado incluso algún gol más, sobre todo de Babá, que a bocajarro falló ante Casilla con todo a favor. Fue, en cambio, todo anecdótico en un segundo tiempo que sobró por completo, porque los de Míchel habían picado billete rumbo a octavos mucho antes.
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