Una de las mejores noticias que Míchel recibió antes de que el Sevilla viajara a Barcelona para medirse al Español fue la recuperación de Álvaro Negredo, que se había perdido los duelos ligueros ante el Atlético de Madrid y el Valladolid.
En el Vicente Calderón, sencillamente, el conjunto sevillista apenas plantó cara y, por tanto, no tuvo oportunidad de sacar algo positivo. Contra los de Pucela, en el Pizjuán, volvió a adolecer de una alarmante falta de pegada, ya que pisó el área vallisoletana hasta en 54 ocasiones y solo consiguió hacer un tanto, que para colmo fue en propia meta.
Aunque también en ausencia del vallecano el Sevilla había conseguido hacer tres goles en Cornellá días atrás, en la Copa del Rey, en Nervión estaban concienciados de que el encuentro de este viernes no iba a ser tan cómodo como el de los dieciseisavos. La presencia del punta madrileño se antojaba fundamental.
Y así resultó ser finalmente, ya que la contribución de Negredo fue decisiva. Tanto, que fue su gol in extremis el que le permitió al Sevilla arañar un punto en su visita al Español, con el que perdía en el tiempo de descuento. Sustituyó a Babá en el 64 y en el 91 volvió a confirmar que su capacidad de resolución ante la portería contraria es vital para los de Míchel.
Una diana que es su octava en lo que va de Liga y que, por otra parte, le permite alcanzar a Scotta en la décima posición de los goleadores del Sevilla en Primera, con 53 tantos.
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