Otro partido más que se nos va y nos deja, nuevamente, con cara de tontos, no ya por el juego desplegado sino, nuevamente, por las formas en las que nos dejamos los puntos.
Otro partido más en el que de manera incomprensible regalamos los goles, sobre todo el segundo. Por más vueltas que le doy, no encuentro explicación lógica al fallo de cinco defensas contra dos delanteros.
Únicamente encontraría algo igual en los patios de colegio y entre niños de Primaria.
¿Profesionales?. A veces tengo la sensación de hacerlo mejor que ellos si me dejaran.
El Málaga salió convencido de lo que tenía que hacer, no mucho, para quedarse con los puntos en su feudo. Salió asustando, y bien que lo logró. Por momentos parecía que jugábamos con un equipo de otra Liga, y no es que lo sea el Málaga sino nosotros.
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